Pues caí a ver Captain America sin ninguna expectativa (como es mi costumbre), pero sí acepto que tenía una particular curiosidad en la historia de este superhéroe del que no sabía prácticamente nada, es por eso que decidí ir a ver la película (para aprender más). Dicho lo anterior, he aquí la reseña de alguien que NO es fan del personaje.
Antes de escribir esto leí un poquito sobre los orígenes del personaje, sus enemigos y demás y me di cuenta de que la película, dirigida por Joe Johnson (Jurassic Park III, Jumanji -¡gran sorpresa enterarme de que la dirigió!, porque esta película me gustó mucho en mi infancia-, The Rocketeer, Querida, encogí a los niños), logró reflejar bastante fielmente lo planteado por el cómic original. Lo “malo” (o bueno, depende de cómo lo quieras ver) es que se emplea mucho tiempo de la cinta en explicar todo esto, pero esta película no es la primera de superhéroes que hace eso, así que si eres aficionado a ellas, no te vas a extrañar.
Y si no eres fan (como yo), yo creo que lo vas a disfrutar, porque el ritmo de la cinta en general está bastante bien (no es perfecto, como en todos estos casos), y todo lo del origen del personaje está bien ubicado dentro de la trama en general.
Antes de hablar de la siguiente parte de la trama (no spoilers), tengo que detenerme en los efectos especiales, los cuales sin duda son destacables sobre todo en la transformación del enclenque Steve Rogers a Capitán América. La transformación del fortachón actor Chris Evans en un debilucho chaparro quedó casi impecable, y la única vez en que perdí “la ilusión” fue cuando, por lo que yo creo que fue un error de edición, de pronto “crece” cuando está en un auto junto a su coprotagonista femenina, Hayley Atwell (que interpreta a Peggy Carter). De ahí en fuera, aplausos para los efectos especiales, que afortunadamente no son exagerados durante toda la cinta.
Luego de conocer el origen del Capitán, lo vemos en situaciones un tanto ridículas, pues el gobierno lo emplea como instrumento de promoción estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, comienza lo bueno, pues por fin podemos ver su enfrentamiento con el villanazo Red Skull, interpretado por el actor Hugo Weaving. También vale la pena destacar la participación de Tommy Lee Jones, quien está bien a secas en su papel, pero no podemos decir que sea malo en lo absoluto.
Ahora sí, el momento del veredicto: la película me gustó más de lo que esperaba. Creo que a pesar de que Captain America sigue el mismo patrón de las películas de superhéroes que ya hemos visto como Thor, Hulk, Spider-man, etc., se diferencia de las demás por dos factores esenciales: el escenario y el guión.
En primer lugar, tenemos una película que no está situada en la actualidad, ni en el espacio, ni en un mundo alterno u onírico. Se trata de la Tierra en una época basada en la vida real (la Segunda Guerra Mundial). Este detalle que parece pequeño basta para darle a la cinta un aire radicalmente diferente a todas las demás. Comenzando por la estética: los colores empleados en la fotografía son sobrios pero agradables, no rompen con lo planteado por la trama, sino que encajan muy bien. No esperes mucho color, ni grandes efectos ni explosiones como en otras películas. Siento que el director utilizó mucho de lo que aprendió en The Rocketeer. La ambientación me gustó.
Obviamente, cuando ubicas tu película en una época real, con escenarios reales y en una situación tan compleja como es una guerra mundial, tú como director tienes que respetar y ser coherente. Y si a eso le agregamos que la película está basada en una historia súper conocida de un cómic súper exitoso, el reto es mayúsculo, pero creo que el director lo logró superar.
Lo segundo tiene que ver con el guión, como lo comentaba, y eso hace que Captain America se despegue de las demás películas de superhéroes. Sentí que la película fue filmada de una forma muy sobria, como contenida, con una sola línea argumental, sin meterse en camisa de once varas. Y eso, en este caso, no es malo.
En lugar de apostar por la espectacularidad, los guionistas se la tomaron con calma, contaron bien la historia y nos dan una película entretenida que, a pesar de lo que digo, no cae en lo aburrido. La batalla clímax me quedó a deber un poco, pero no me desagradó.
Las actuaciones están bien a secas, son creíbles. Mención aparte merece la actuación de C. Evans quien, a la par del buen trabajo del director y de los guionistas, logra imprimirle al Capitán América un aire de humildad interesante, cuyo mensaje nos da a entender que más que la fuerza bruta, lo que realmente hace al superhéroe es la fuerza de voluntad y de espíritu, lo cual va muy adecuado con lo que es este superhéroe que sabemos que no es precisamente el más poderoso (de hecho lo matan a balazos en el comic de Civil War), pero sí es muy entregado. Me gustó que se haya reflejado ese espíritu.
EN RESÚMEN: Es muy probable que los verdaderos fans del superhéroe sientan que esta película es simplemente un pretexto tibio para dar contexto al “Capi” antes de su aparición en “Los Vengadores”, que se estrena el año que entra. Y tendrían razón, porque la película así se siente a momentos. Sin embargo, la cinta no es mala y les hará pasar un buen rato, pues está bien llevada y entretiene sin ser algo que recordarás durante toda tu vida.
*No olviden quedarse al final de los créditos si son fans de estas películas, porque verán algo que les agradará.
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Antes de escribir esto leí un poquito sobre los orígenes del personaje, sus enemigos y demás y me di cuenta de que la película, dirigida por Joe Johnson (Jurassic Park III, Jumanji -¡gran sorpresa enterarme de que la dirigió!, porque esta película me gustó mucho en mi infancia-, The Rocketeer, Querida, encogí a los niños), logró reflejar bastante fielmente lo planteado por el cómic original. Lo “malo” (o bueno, depende de cómo lo quieras ver) es que se emplea mucho tiempo de la cinta en explicar todo esto, pero esta película no es la primera de superhéroes que hace eso, así que si eres aficionado a ellas, no te vas a extrañar.
Y si no eres fan (como yo), yo creo que lo vas a disfrutar, porque el ritmo de la cinta en general está bastante bien (no es perfecto, como en todos estos casos), y todo lo del origen del personaje está bien ubicado dentro de la trama en general.
Antes de hablar de la siguiente parte de la trama (no spoilers), tengo que detenerme en los efectos especiales, los cuales sin duda son destacables sobre todo en la transformación del enclenque Steve Rogers a Capitán América. La transformación del fortachón actor Chris Evans en un debilucho chaparro quedó casi impecable, y la única vez en que perdí “la ilusión” fue cuando, por lo que yo creo que fue un error de edición, de pronto “crece” cuando está en un auto junto a su coprotagonista femenina, Hayley Atwell (que interpreta a Peggy Carter). De ahí en fuera, aplausos para los efectos especiales, que afortunadamente no son exagerados durante toda la cinta.
Luego de conocer el origen del Capitán, lo vemos en situaciones un tanto ridículas, pues el gobierno lo emplea como instrumento de promoción estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, comienza lo bueno, pues por fin podemos ver su enfrentamiento con el villanazo Red Skull, interpretado por el actor Hugo Weaving. También vale la pena destacar la participación de Tommy Lee Jones, quien está bien a secas en su papel, pero no podemos decir que sea malo en lo absoluto.
Ahora sí, el momento del veredicto: la película me gustó más de lo que esperaba. Creo que a pesar de que Captain America sigue el mismo patrón de las películas de superhéroes que ya hemos visto como Thor, Hulk, Spider-man, etc., se diferencia de las demás por dos factores esenciales: el escenario y el guión.
En primer lugar, tenemos una película que no está situada en la actualidad, ni en el espacio, ni en un mundo alterno u onírico. Se trata de la Tierra en una época basada en la vida real (la Segunda Guerra Mundial). Este detalle que parece pequeño basta para darle a la cinta un aire radicalmente diferente a todas las demás. Comenzando por la estética: los colores empleados en la fotografía son sobrios pero agradables, no rompen con lo planteado por la trama, sino que encajan muy bien. No esperes mucho color, ni grandes efectos ni explosiones como en otras películas. Siento que el director utilizó mucho de lo que aprendió en The Rocketeer. La ambientación me gustó.
Obviamente, cuando ubicas tu película en una época real, con escenarios reales y en una situación tan compleja como es una guerra mundial, tú como director tienes que respetar y ser coherente. Y si a eso le agregamos que la película está basada en una historia súper conocida de un cómic súper exitoso, el reto es mayúsculo, pero creo que el director lo logró superar.
Lo segundo tiene que ver con el guión, como lo comentaba, y eso hace que Captain America se despegue de las demás películas de superhéroes. Sentí que la película fue filmada de una forma muy sobria, como contenida, con una sola línea argumental, sin meterse en camisa de once varas. Y eso, en este caso, no es malo.
En lugar de apostar por la espectacularidad, los guionistas se la tomaron con calma, contaron bien la historia y nos dan una película entretenida que, a pesar de lo que digo, no cae en lo aburrido. La batalla clímax me quedó a deber un poco, pero no me desagradó.
Las actuaciones están bien a secas, son creíbles. Mención aparte merece la actuación de C. Evans quien, a la par del buen trabajo del director y de los guionistas, logra imprimirle al Capitán América un aire de humildad interesante, cuyo mensaje nos da a entender que más que la fuerza bruta, lo que realmente hace al superhéroe es la fuerza de voluntad y de espíritu, lo cual va muy adecuado con lo que es este superhéroe que sabemos que no es precisamente el más poderoso (de hecho lo matan a balazos en el comic de Civil War), pero sí es muy entregado. Me gustó que se haya reflejado ese espíritu.
EN RESÚMEN: Es muy probable que los verdaderos fans del superhéroe sientan que esta película es simplemente un pretexto tibio para dar contexto al “Capi” antes de su aparición en “Los Vengadores”, que se estrena el año que entra. Y tendrían razón, porque la película así se siente a momentos. Sin embargo, la cinta no es mala y les hará pasar un buen rato, pues está bien llevada y entretiene sin ser algo que recordarás durante toda tu vida.
*No olviden quedarse al final de los créditos si son fans de estas películas, porque verán algo que les agradará.