Paul W. S. Anderson regresa a dirigir la cuarta película de Resident Evil (recordemos que la única que dirigió fue la primera).
Resulta interesante que este mismo señor esté involucrado en el proyecto de
Los Tres Mosqueteros (como director, a estrenarse el año que entra) y en
Castlevania (como productor), historias que se prestan para consolidarlo como
un cineasta que se sale del promedio, sin ser uno de los mejores que ha dado el cine. Y su trabajo en
Resident Evil: Afterlife 3D me indica que va para allá.
Pero entremos de lleno a la película. No está de más recordarles que…
A PARTIR DE ESTE MOMENTO PUEDEN ENCONTRAR ALGUNOS SPOILERS SOBRE LA PELÍCULA EN CUESTIÓN O LAS ANTERIORES DE LA SAGA.
Advertidos estáis.
Afterlife está directamente ligada a las películas anteriores, así que si son de ese grupo extrañísimo al que le interesa la trama de esta saga, les convendría ver Extinction antes de ir a ver Afterlife.
Como recordaremos, al final de la tercera película, Alice (Milla Jovovich) y un grupo de sobrevivientes, entre los que se encuentra la bella Claire Redfield (Ali Larter), logran sobrevivir al ataque de los zombies y Umbrella en el desierto de Nevada y Las Vegas. El grupo se dirige a Alaska, desde donde se han emitido algunas señales que indican que ahí puede ser un lugar seguro. Al final, los sobrevivientes logran subir a un helicóptero para dirigirse a Alaska mientras que Alice se queda detrás para perseguir a Umbrella y terminar con ella por fin.
Nunca olvidaré que al final se ve cómo la cámara viaja hasta Tokyo, Japón, para mostrarnos que ahí en las profundidades de la ciudad se encuentra otro de los cuarteles de Umbrella. Inmediatamente pensé en el caos que se desataría en la ciudad si algún virus llegara…
En ese momento supuse que la siguiente película se ubicaría toda en Tokyo, para mi regocijo. Lamentablemente caí en un engaño de los escritores, y es aquí cuando comenzamos ahora sí de lleno a hablar de Afterlife.
Al inicio de la cinta vemos cómo efectivamente el caos se desata en Tokyo cuando una jovencita colegiala ataca salvajemente a un transeúnte desprevenido. Pasa el tiempo y el mundo está ya completamente invadido por la infección del virus, incluyendo Tokyo. Alice, de quien ya sabemos que poco a poco ha adquirido más y más poderes extraños, llega de una forma ESPECTACULAR a la base de Umbrella en Tokyo. Debido a esta intrusión, el “malo malote” de Albert Wesker decide acabar con toda la evidencia antes de escapar… lo cual provocó mi gran decepción de la película, pues Tokyo sale apenas unos minutos en la pantalla debido a que… bueno, ya lo verán.
Hasta aquí entraré en detalles sobre la trama, porque lo demás vale la pena que lo vean por sí mismos.
Una de las cosas que más me llamó la atención de esta cinta es sin duda alguna que desde sus primeros minutos es un ejemplo de cómo se debe hacer una buena película de acción: acrobacias increíbles, efectos de sonido magistrales, armas y municiones infinitas, edición casi orquestada, la belleza de Milla Jovovich (multiplicada por los clones que vimos que se estaban gestando en la anterior película), disparos, sangre y muerte por doquier.
Sin embargo, también esos primeros minutos nos sirven de indicativo muy claro de lo que será todo el resto de la película: un despliegue derrochador de efectos especiales sin ninguna trascendencia dramática.
Pero aquí es momento de ser sinceros: ¿realmente vas a ver Resident Evil: Afterlife 3D esperando algo profundísimo y filosófico que cambie tu vida para siempre? Si contestaste que sí, mejor deja de leer esto y ponte a leer un libro o algo más productivo.
Si sigues leyendo, entonces regocíjate:
Resident Evil: Afterlife es la mejor película de la saga hasta la fecha. No sólo mejora los efectos y la edición que hemos visto en las anteriores, sino que
se maximizan gracias al 3D, mismo que, dicho sea de paso (y sé que con esto muchos se van a infartar),
goza de la mejor y más acertada aplicación que he visto en el cine moderno (¡toma eso, Avatar!). Sí, así es:
ya me quejaba yo en la reseña de Avatar de que el 3D se me hizo realmente
un mero adornito simplón que no servía para darle importancia a una trama floja. Sin embargo, en RE:A3D el 3D está usado de una forma
ALTAMENTE efectiva en las secuencias de acción.
Sin duda, es la vez que mejor he visto que se usa el 3D en una cinta y la razón de esto es que se está utilizando con un objetivo muy claro en mente: asombrar, ser espectacular. No se usa como un recurso pretenciosamente estilístico ni teórico que busque llevar a la evolución al cine contemporáneo. Simple y llanamente, Paul W.S. Anderson tiene muy en claro lo que otros cineastas no han entendido: el 3D (por lo menos hasta hoy) sirve para asombrar a las audiencias y hacerlas pasar un corto rato agradable y ya, no es para cambiar nuestras vidas ni para transmitir mensajitos ecológicos como Cameron quiso hacer. Dejando de lado pretensiones insulsas, Anderson usa el 3D de una forma MUY efectiva a lo largo de toda la cinta, sobre todo en las secuencias de acción, casi orquestadas, como ya lo dije, para sacarle el mayor provecho a esta tecnología.
Quedé ASOMBRADO de la técnica en ciertos momentos, y me morí de la risa cuando en ciertas escenas los personajes volaban la cabeza de los zombies y sus fragmentos de esparcían por todos lados, provocando que mi cuerpo instintivamente se hiciera para atrás con el objeto de “esquivarlos”. Cosas como ésa no me habían pasado en ninguna película que haya visto en 3D. También llegué a brincar un poco tras ciertos sustos por los monstruos que aparecen, algo que no me pasaba con ningún producto llamado Resident Evil desde que jugué por primera vez un videojuego de la saga.
Así mismo, cabe destacar que esta película está hecha EXPRESAMENTE en 3D, por eso no la vas a encontrar en los cines de forma “normal” (salvo en muy pocas salas) y vas a tener que pagar a fuerza el costo del boleto completo, pero vale la pena. Esto significa que los efectos son INCREÍBLES, las acrobacias están hechas tomando en cuenta el 3D, por lo que no se ven chafas. Además, para la filmación de la cinta se usaron las mismas cámaras que se utilizaron en Avatar, así como la famosa cámara Phantom que filma a un millón de cuadros por segundo. Sí, leíste bien. Con ella, las secuencias de balazos se ven espectaculares, los detalles son minuciosos y la acción adquiere un tono hasta “poético”, si lo quieres ver así.
Milla Jovovich merece una mención aparte (y es que, aceptémoslo: muchos caballeros vamos a ver la película nada más por ella): se ve ES-PEC-TA-CU-LAR, con mayúsculas, muy bella y sexy, camaleónica. El look que ahora tiene es MUCHO mejor que su descuidada figura de la película anterior. Con Afterlife, Milla se consolida como una de las mejores actrices de acción, por encima de Angelina Jolie o de otras. Obviamente, todo está filmado con la intención de destacar su figura y su protagonismo, pero se agradece muchísimo. La inclusión del 3D no hace sino ensalzar su figura a niveles muy bienvenidos.
Ahora, para todos los fans de los videojuegos, les recuerdo una vez más: esta saga de películas sólo toma como INSPIRACIÓN la saga de juegos y no es para nada una imitación de ella. Sin embargo, sí conserva ciertos elementos, aunque es inútil buscarle lógica o conexión con los juegos. En este caso, veremos zombies y criaturas con toques de los videojuegos Resident Evil 4 y 5, aunque nunca se explica en la cinta por qué los zombies alcanzaron esta mutación. También veremos a un ser muy espectacular cuyo ataque y eventual muerte es una de las mejores secuencias de la cinta (con Claire y Alice haciendo una mancuerna inolvidable).
Así mismo, contamos con el regreso de Claire Redfield (interpretada por una muy bella Ali Larter) que “casualmente” ha perdido la memoria y al principio ataca a Alice cuando va reencontrarse con ella en Alaska. Por esa razón es que no recuerda a su hermano, Chris, interpretado por el galán de la serie Prison Break, Wentworth Miller. Chris es un policía atrapado en una prisión de máxima seguridad junto con un grupo de sobrevientes que Alice encuentra en Los Angeles. Nadie confía en él, así que al principio lo mantienen encerrado, aunque después Alice descubre que él puede tener la clave para salir de ahí con vida.
La verdad es que Chris se siente muy desdibujado en la trama, algo que me da un poco de coraje porque no me parece un personaje malo en el videojuego, pero aquí la importante es Alice. Esto mismo ya pasó con en anteriores películas otros personajes sacados del videojuego como Jill Valentine, que también queda desdibujada por Alice. En este caso, la actuación de Miller no es nada destacable, cayendo en clichés como el del héroe fortachón y serio que no sonríe nunca y siempre tiene líneas rudas y “coquetas” para decírselas a las chicas y a los monstruos que mata. En cierto momento de la cinta, Claire recupera la memoria y juntos ayudan a Alice para derrotar a Wesker en otra escena de acción bastante buena.
El ritmo frenético con el que comienza la cinta no se mantiene, dando lugar a varios momentos de flojera en la que se intenta contarnos una historia que al final resulta intrascendente y vacía (aunque ya dijimos que eso no es lo que queremos o esperamos ver, pero lo menciono porque sé que a algunos sí les interesa la trama, por banal que sea). Estas escenas no son más que la antesala para otra espectacular secuencia de acción que, dicho sea de paso, se me hicieron pocas, ¡yo quería más!
Prácticamente, y en términos de narrativa, Afterlife es un capítulo más de “Las Aventuras de Alice contra los Zombies” y ya. Y el final… bueno, ya verán por qué digo que éste es un capítulo más y ya. Además, NO OLVIDEN QUEDARSE AL FINAL PARA VER LOS CRÉDITOS. Se encontrarán con una sorpresa muy atractiva, sobre todo para los caballeros…
Quienes me conocen saben que soy un fuerte crítico del cine y la técnica hollywoodense, pero también saben que para mí cualquier producto que es CONGRUENTE y CLARO con sus OBJETIVOS merece un aplauso porque se mantiene enfocado en lo que quiere producir en su audiencia sin desviarse hacia falsas pretensiones. Pues Resident Evil: Afterlife 3D es un producto MUY efectivo por esa razón: es una manufactura de entretenimiento y ya, no ganará Óscares ni la Palma de Oro, pero como entretenimiento es muy bueno. La pasarás genial el tiempo que dura, pero cuando salgas del cine tu vida continuará como si nada (a menos que te claves y te hayas dejado llevar como yo por el espectacular uso del 3D). Anderson merece un aplauso por mantenerse coherente durante toda la película y brindar a las masas un momento de asombroso e intrascendente entretenimiento. Punto.
OJO: No busca hacer un homenaje al género zombie ni tampoco ofrece una trama redonda (de hecho, hay varios hoyos en ella). Los zombies son un mero pretexto para la acción, un accesorio y ya. Así que si vas a ver esta película para ver una buena cinta de zombies o “de sustos”, mejor ahórrate tu dinero.
EN RESUMEN: Por todo esto puedo decir, sin temor a equivocarme, que Resident Evil: Afterlife 3D es una de las MEJORES PELÍCULAS que he visto en el año. Es efectiva, coherente, entretenida, espectacular. Puro y simple entretenimiento. Obtendrás lo que esperas y más: monstruos, balazos, homenajes injustificados a los ninjas, chicas y sangre. No intentes buscarle lógica en relación con la trama de las tres cintas anteriores: no la encontrarás. Si eres fan de las películas de acción y quieres ver cómo sí se debe utilizar el 3D, serías un zombie descerebrado si no la vas a ver. ¿Será una de las mejores pelis de acción de la década? ¡Ay, nanita!
Estreno en México: 17 de septiembre 2010.