El cine mexicano tiene muchos "cánceres" que lo infestan, lo determinan, lo limitan y lo oprimen. Uno de ellos es su obsesión enfermiza por
la cotidianidad, el voyerismo a la "gente común" y la contemplación. Pero no es una contemplación a la japonesa, por supuesto. Es algo más parecido a las rutinas vistas como una cárcel, rutinas que desgastan. Me viene a la mente la insufrible
Familia Tortuga de Rubén Imaz, en donde
la rutina y la contemplación se explotan para meter con calzador al público un mensaje que desde los primeros minutos de cinta es entendible. Y como estos ejemplos hay muchos en el cine mexicano.
Pero hoy me encontré con una agradable sorpresa. En ella la rutina y la contemplación no se sobreexplotan sino que se utilizan de manera muy efectiva para conectar con los personajes, para hacerlos creíbles, pero sobretodo para establecer un escenario solitario.
Año Bisiesto es la
ópera prima del director australiano nacionalizado mexicano
Michael Rowe. En ella conocemos la historia de
Laura, una mujer oaxaqueña que va a vivir a la gran Ciudad de México dejando un duro pasado detrás. En esta metrópoli vive una
vida vacía e insatisfecha. Huyendo de un estado triste, llega a uno peor, lleno de soledad y desesperanza, de mentiras y espejismos, de máscaras. Para satisfacer, falsamente, su necesidad de afecto, se involucra con varios hombres, pero ninguno como
Arturo. A él lo ve como una posible penumbra eterna que, irónicamente y al mismo tiempo, se convertirá para ella en una "luz" al final del túnel.
Año Bisiesto es una película
cruda, densa y dura en muchos aspectos. Comencemos por el más evidente, el que vemos y no necesitamos ser genios para entender: Laura tiene
sexo explícito en la película, pero lo más impactante es la relación de
sadomasoquismo que comienza con Arturo.
Pero también tenemos la dureza de la
soledad, la crudeza de las
apariencias, la
infinita melancolía de Laura. Y es que durante la cinta poco a poco vamos conociendo la psique de esta mujer, mediante sus rutinas, las cuales no se nos presentan como una repetición de actos sin sentido, porque desde muy temprano en la película sabemos por qué Laura actúa como actúa.
Sus hábitos son desgarradores y melancólicos, y luego, al avanzar más en la cinta y al ver la relación que tiene con Arturo, entendemos perfectamente sus motivos. No es difícil entenderla y hasta identificarnos con ella. Por que también está, en ambos personajes,
la necesidad de amor, de ternura y de afecto que se demuestra así, mediante el sadomasoquismo.
La construcción del personaje es grandiosa. Un excelente trabajo de la actriz Mónica del Carmen y del director. Ambos merecen un GRAN aplauso por haber hecho brillar tanto las rutinas y por haber encontrado oro en la aparentemente "normal" cotidianidad de Laura.
Y eso es precisamente lo que más me sorprendió gratamente de esta cinta: la maestría con la que Rowe y del Carmen logran descubrir toda esa gama de
sentimientos y sensaciones en la "normalidad" de una vida, en el silencio y en el vacío de una existencia humana. Simplemente por eso, el director logra hacer una
conexión inmediata con el auditorio, porque está hablando de cosas que TODOS los seres humanos hemos padecido aunque sea por un segundo, y otros por toda la vida: la soledad, la incertidumbre, la melancolía, el ansia, la impaciencia, el desamor, la decepción.
Además, nos deja ver cómo
cualquier existencia, hasta la más silenciosa y discreta, puede esconder un dolor indescriptible o los hábitos más sórdidos y atrevidos. Esta cinta te hace reflexionar en muchos niveles y uno de ellos se refiere a cómo tal vez la persona que está al lado de ti, ésa que ves todos los días en el trabajo o al llegar a casa, puede no ser quien crees que es.
Pero
Año Bisiesto va más allá. Es un largometraje que
te dejará ALGO invariablemente. ¿Qué es ese algo? Pues eso depende de cada quién. Es una película que
no podrás ignorar jamás una vez que la veas. Puede que te haga valorar más la vida, o puede que te aisle más, pero también posiblemente te haga reflexionar sobre lo que vale la pena, sobre esa soledad que tú crees que tienes, pero que en realidad no es así. No sé, cada quién la interpretará como quiera, pero esto que escribo es lo que yo sentí una vez que me levanté de la butaca.
Los seres humanos somos animales DEMASIADO complejos, y me parece sublime que una película explore tan bien esta cuestión.
Año Bisiesto es una cinta densa, lenta, pesada, con diálogos simples, con una locación limitada, sin ningún efecto especial, sin música, lineal. En resumen, es simple, en todos los sentidos: en el aspecto técnico y en el actoral. Pero no confundamos simple con chafa. La actuación de Mónica es
contenida y sobria, pero creíble porque ESO precisamente es lo que se espera de una mujer como Laura y de sus circunstancias. Cuando veas Año Bisiesto va a ser imposible que no te identifiques con ella aunque sea un segundo, porque nos muestra muchos de los fantasmas que nos persiguen a todos los humanos.
Hacía bastante que no veía una cinta en la que
el sexo y la violencia no sirvan para "adornar" o para desquitar el presupuesto, contratando a los mejores actores para que presuman sus cuerpos. Aquí vemos estos dos aspectos como herramientas para profundizar en el carácter de los personajes. Sobra decir que esta película
es sólo para adultos por su alto contenido sexual y explícito, pero sin llegar a ser exagerado. Podríamos decir que aquí también el guión "peca" de sobriedad y simpleza, pero reitero que me parece acertado.
En resúmen:
Año Bisiesto es una cinta que se grabará en tu memoria, digna representante de que en México no nada más de hacen películas de picardía política o romancillos intrascendentes. Y aunque Rowe nació en Australia, su película
tiene un toque mexicano muy único, y eso me gustó: que a pesar de las influencias internacionales del director, la película permanece auténtica durante toda su duración, en la que no se pierde el tiempo haciendo "homenajes" al cine extranjero.
De lo mejor del año. Lástima que, como siempre pasa en estos casos, esté tan limitada su distribución y la conozcan más en el extranjero que en su país de origen, pero ojalá siga ganando premios como el que ya ganó, la Cámara de Oro por Mejor Ópera Prima en Cannes, para que se conozca más y más. En Francia lleva cinco meses en cartelera, ¿cuánto durará aquí? ¿Una semana, dos si bien le va? Qué tristeza.
Y cabe aclarar que Rowe es egresado del CCC. Así que prácticamente su cine es más mexicano que el mole.
No se la pierdan. Espero sus comentarios.