Comentario editorial originalmente publicado en www.gamemaster.com.mx el 11 de junio de 2012.
Francamente, el saldo del pasado E3 tiende más hacia lo “meh” que hacia lo “wow”. De las tres grandes, sólo PlayStation presentó propuestas interesantes que levantaron los ánimos de los decepcionados periodistas. Microsoft se enfocó demasiado en aferrarse a su lugar cómodo
con Halo y Gears of War (en medio de aplicaciones y servicios que no
sabemos ni siquiera si tendremos en México o cosas que ya hace mucho que
otros aparatos hacen, como el SmartGlass), mientras que Nintendo se esforzó demasiado en explicar qué es eso del Wii U y presentó más Marios Bros. y demos técnicos (a los que les puso el sello de los personajes de Nintendo para poder venderlos) para su nueva consola englobados en “NintendoLand”.
De los llamados third party, el que más destacó fue Ubisoft, no sólo por su fortaleza y porque está en todos lados, sino también por nuevas propuestas como Watch Dogs y franquicias consolidadas como Assassin’s Creed III.
De ahí en fuera, pocas fueron las innovaciones y las propuestas. Parece que para realmente sorprendernos vamos a tener que esperar hasta la nueva generación.
LA GRAN N ES OTRA
Pero
la columna de hoy no es un mero resumen de mi desencanto por el E3,
sino que analizaré en ella el hecho que más me llamó la atención, el
cual fue sin duda el giro de timón que Nintendo ha dado.
Como sabemos, Nintendo siempre fue necio/aferrado/fiel/coherente
(elige el adjetivo que quieras) con sus ideas de centrarse en la
diversión más que en la tecnología. Por eso, sin reparar en las
consecuencias que traería para la industria, lanzó el Wii con la novedad
de los controles de movimiento mientras que su
competencia se atrevió a empujar a la industria más allá de sus límites
conocidos usando la más avanzada tecnología.
La estrategia le funcionó “de perlas” a la Gran N, pues su Wii vendió como pan caliente. Sin embargo, de unos meses para acá, su cuerno de la abundancia comenzó a secarse,
por lo que la empresa reportó pérdidas o no obtuvo las ganancias
esperadas. Siempre me pregunté cuándo sería el momento en que la
estrategia de Nintendo fallaría y por fin obtuve mi respuesta: la fórmula de estar en el lugar cómodo tarde o temprano termina por agotarse.
LOS INVITADOS SE VAN
Una de las múltiples razones por las cuales el Wii dejó de vender tiene que ver con el apoyo de los third party. Ellos, como es natural, siguieron avanzando mientras la Gran N se quedó en su lugar cómodo.
Pero
el lugar cómodo no es precisamente el más accesible para todos. Por
ejemplo, los juegos más vendedores como los FPS o los títulos de
deportes, al ser siempre pan con lo mismo, sólo pueden basar su “novedad” en las innovaciones técnicas que incorporan, las nuevas engine, modos de juego en línea y demás adornos que les ponen para hacernos creer que son “nuevos” edición tras edición (Síndrome de la Stacy Malibú ®).
Lamentablemente
para Nintendo, prácticamente ninguna de estas tecnologías son
soportadas por el Wii. La Gran N confió ciegamente en sus desarrollos internos, dejando poco campo de acción a los third party. Los controles de movimiento
que al inicio fueron como su mesías, al final pasaron a un segundo
plano y los juegos comenzaron a usar el control tradicional horizontal, y
hasta el Classic Controller empezó a ser más usado. La falta de infraestructura en línea de Nintendo fue el otro clavo al ataud.
La
fiesta de la Gran N se acaba, la música se interrumpe, no queda más
alcohol ni en los ceniceros, los invitados parten con los bolsillos
llenos de dólares, las luces se prenden y los meseros comienzan a
voltear las sillas sobre las mesas. ¿Es el fin de Nintendo?
NUEVA PACHANGA
¡Por
supuesto que no! Nintendo está listo para organizar otra fiesta, sólo
que hay un pequeño detalle: es una fiesta a la que todos ya fueron
invitados y hasta ya se están yendo. Me explico.
En el pasado E3 Nintendo enseñó con bombo y platillo sus planes para entrar de lleno al siglo XXI con tecnologías “innovadoras”
que van desde incorporar servicios sociales en línea, hasta contar con
HD en sus juegos, usar su “tableta” táctil para controlar otros aparatos
en el hogar y servir como pantalla adicional, tener servicios y
aplicaciones en la “nube”, descargas digitales, control “profesional”,
etc.
La Gran N de pronto recordó que desde hace años existe Internet
y que para divertirte con tus amigos o familiares no forzosamente
tienen que compartir el mismo espacio físico. También que no pasa nada
si te alejas tantito de tu papá que quiere ver las noticias en la TV y
tú quieres seguir jugando en otro lado con tu GamePad. Nintendo ha entendido que las familias y los hábitos de los jugadores han cambiado.
La cuestión es que ese tipo de tecnologías ya tienen varios años en el mercado de consumo.
Esa fue probablemente la razón por la cual muchos nos la pasamos
bostezando en su conferencia (hasta los más fans no pudieron evitar el
dormitar un poquito).
QUIEN SOSTIENE A NINTENDO
¿Qué nos quiere decir Nintendo con esto? Que por más que se esfuercen en gritar a los cuatro vientos “¡VENGAN third party!, ¡vengan a mi fiesta!
Esta vez TODOS podrán entrar sin importar qué tan avanzados sean sus
juegos”, su mercado principal, y lo que será su pilar en los próximos
años seguirán siendo sus mismos consumidores casuales de siempre.
¿Por qué? Porque para ellos, y sólo para ellos,
todas las cosas que la compañía incorporará a su Wii U son novedades
realmente. Los consumidores fieles a Nintendo, que no cuentan con otra
consola más que el Wii o el DS/3DS y no están “al día” con la
tecnología, no saben lo que es la alta definición, los servicios en
linea, la “nube”, las descargas digitales…
Y que quede claro que eso no los hace inferiores a los que sí están enterados de esos servicios, no. Simplemente son consumidores que están cómodos
con el entretenimiento que Nintendo les ha ofrecido y no buscan más. Y
eso está bien, pues a nadie se le debe forzar a estar “al nivel” de
alguien más.
EL CONTEXTO
Sin embargo, ¿qué representa esto para la industria? Varias cosas, primero que ahora sí todos estos servicios podrán ser considerados como estándares
en los videojuegos, pues “si Nintendo lo hace, ya es común”. Pasó con
los controles de movimiento, y ahora pasará con todo lo enlistado
párrafos arriba.
¿Cómo podría reaccionar la industria?
Puede haber dos escenarios: que los demás se duerman en sus laureles y
dejen que Nintendo se codee feliz en la fiesta con ellos (como un niño
aislado que de pronto se vuelve popular y se puede llevar con los
“grandes), o que la competencia tome esto como una llamada de atención y
se dediquen a empujar a la industria más allá de sus límites.
Microsoft está muy cómodo con sus Halos y Gears of War. Sony tiene en Beyond y en Vita una esperanza. Pero son realmente los third party y las nuevas engines las que serán los pilares de la industria, sin duda. Los controles de movimiento y el 3D
ya probaron que no son más que un adorno caro (tanto así que Nintendo
se olvidó de los primeros, promocionando en este E3 un control
“profesional” para los “hardcore”).
Nintendo se ha subido al tren de la “innovación” tecnológica
(¡por fin!) para decirle a los third party que pueden contar con ella
para correr sus juegos. Nintendo se está curando en salud, dándonos un
mensaje oculto de que sabe que sus Marios y Zeldas no durarán toda la
vida. Nintendo deja a un lado la necedad, rectifica el camino, y se une a
la fiesta, ¿pero habrá llegado demasiado tarde? ¿Será que ni pastel alcanzará?
Opinen por favor, ya sea aquí o en mi
twitter @POketronik. Me interesa mucho saber qué tienen que decir al respecto.