Acudí a ver
Rabioso Sol, Rabioso Cielo por la curiosidad que me despertó
El Cielo Dividido, una película más antigua del mismo director
Julián Hernández, y porque me enteré que había ganado un prestigioso premio en el
Festival de Berlín. Otra razón es que el estilo del director me llamó la atención, a lo mejor porque se asemeja al estilo visual y narrativo que a mí en lo personal me gusta, así que a pesar del mal sabor de boca que me dejó El Cielo Dividido, decidí darle una segunda oportunidad.
El
Cielo Dividido (perdón) es un
gay-flick bastante pretencioso que raya en lo porno. El 99% de las escenas de sexo sobran y la trama es altamente reiterativa. Las tomas se repiten, las actuaciones igual. Realmente a los 5 mins. de la cinta comprendí de qué iba todo, y el final es igual de
predecible, dada su notoria carga de clichés del mundo gay. Realmente
nunca la he visto todita porque me quedo dormido. Y ya intenté hacerlo dos veces: una en el cine, y otra en mi casa.
Rabioso Sol, Rabioso Cielo es otra cosa. De entrada, estamos hablando de una cinta en blanco y negro con una
fotografía audaz e impecable, muy agradable a la vista, poética, coherente con la trama y con los efectos auditivos y visuales. A mi gusto,
es el punto fuerte de esta cinta, es lo que me permitió resistir los 180 minutos de duración. Es lo que me mantuvo sentado en la butaca.
Los escenarios, aparentemente comunes, adquieren un misticismo y una magia muy notables, gracias en parte a la acertada iluminación.
Hernández repite la "fórmula" de mostrar los desafíos y desencuentros del amor gay, aunque con otra visión (de la que hablaré más adelante). Sin embargo, gracias a sus tomas, a la fotografìa y a la iluminación, escenas que podrían pasar como clichés se convierten en
parte de un todo agradable, en donde el sexo es parte de un universo narrativo bien integrado, y no brinca o choca como en
El Cielo Dividido.La trama está basada en un conjunto de leyendas en el que dos elementos cósmicos (?) se disputan el amor de un ser humano, mientras que una especie de diosa, El Corazón del Cielo, guía al héroe de la historia para recuperar al ser amado luego de que es secuestrado por otro ser.
La película tiene dos partes, una
urbana de dos horas, y una
mítica al final, de una hora.
En la primera parte, vemos de nueva cuenta los azares y desventuras de tres personajes que buscan el amor o se lo pelean. Envidias, amor verdadero, poder y acciones peligrosas se mezclan en
un relato muy onírico pero con pies y cabeza. Las locaciones citadinas (cine porno, puentes vehiculares, el transporte colectivo, Peñón Viejo...) ayudan mucho a transmitir lo que el director buscaba y a quitarle peso al estereotipo de "amor gay", para convertirlo en amor, simplemente, sin etiquetarse. Amor más allá de lo terrenal, amor en su estado original, por así decirlo. Una actitud que yo le agradezco como público.
En la cinta no sólo se habla de amor idílico, sino de los
problemas que tenemos para comunicarnos, el
miedo de perdernos en la masa social, las
expectativas que se tienen en la vida, entre otras cosas con las que algunos se podrán identificar. Depende del público en dónde quiera concentrarse.
Las dos horas que dura esta primera parte se me fueron casi sin notarlas, salvo cuando comienzan los debrayes y lo onírico en exceso.
No voy a clavarme tanto en la segunda parte. Se trata de un relato "mítico" en el que vemos al héroe buscando a su ser amado que ha sido secuestrado por el otro en cuestión, con ayuda de la diosa. Es una estética como prehispánica, filmada en su totalidad en los desiertos de Querétaro... con pirámides y toda la cosa O__o
La trama se convierte en una especie de
cuento de hadas mezclado con leyenda precolombina. Pero también parece un híbrido entre las pelis de
El Santo, La Bella Durmiente y Romeo y Julieta. Es un capricho del director, un gusto personal, una mirada hacia el amor con una estética llena de guiños (erotismo y desnudez) hacia el público gay que bien podemos quitar en su totalidad para quedarnos con la primera parte sin ningún problema.
La cinta
apenas será distribuida comercialmente en México, aunque ya se ha presentado en Guadalajara y ahora, en el Festival Mix del D.F.
El director comentó que se hará una versión más corta para su estreno oficial. Seguramente quitarán la parte "mítica" o la dejarán, pero acortada. No lo sé.
Rabioso Sol, Rabioso Cielo es muy superior a
El Cielo Dividido. Si a ti no te late la onda del sexo gay o eres un poco "impresionable", vale la pena que te quedes con su bella estética, con su intento de integrar sonido, imágenes, poesía y trama (sin recurrir a los diálogos), y con sus mensajes no tan evidentes.
Precisamente eso fue lo que me llamó la atención: que aquí sí vemos un intento del director por comunicar, por permitir que el público piense y arme la historia en su mente, aunque
su uso de los simbolismos y la poesía es un poco pretencioso. Sin embargo, veo la cinta como un todo y me parece recomendable.
Julián Hernández Aunque eso sí,
las películas de Julián Hernández no son para todos: ya sea por su temática gay, por sus pretenciones, por su ausencia de diálogos, por ser en blanco y negro, por su uso no ortodoxo del sonido, por su iluminación o por su duración. Por lo que quieras. Si buscas un pretexto, SEGURO lo encuentras. No es para todos. Punto.
Y tal vez sea por eso que vale la pena.
(Si te late saber mucho más de la producción de esta cinta,
visita ESTE BLOG, vale mucho la pena).