Recordar es vivir.

Mi secundaria cumple 50 años.

Rocío me avisó en un correo que se iba a hacer una cena o comida de la ESANS en el WTC.

Ayer en la noche estuve hablando con mi hermano Víctor, primero por MSN y luego por el anticuado pero siempre cercano teléfono.

Él fue el que tuvo la idea de que seguramente la reunión iba a ser por el aniversario de la escuela. No había pensado en eso y tenía toda la razón...

¡¡50 años!!

El tema pasó rápidamente de moda...

Fueron pasando los minutos... ¿horas? No sé, pero el tiempo se fue... rápido.

Hablamos de las expectativas que tenemos para con la dichosa reunión. Será en el WTC, o sea jelooooooooooou, súper pípirisnais... pero por eso mismo ambos estamos cruzando los dedos: "¡Que no sea caro, por favor, que no sea caro...!"

Realmente anhelamos estar de nuevo reunidos... han pasado años desde la última vez que estuvimos juntos... algunos, no todos por supuesto. Pero de que sentimos curiosidad, sentimos curiosidad.

Reflexionamos sobre lo tontos que fuimos. Y él me dijo:

"Como grupo, acabamos muy mal..."

Realmente no me había puesto a pensar en eso, pero de ser cierto yo le dije que eso pasó por puras tonterías de niños de secundaria. No creo que me equivoque.

Me da mucho gusto que mi hermano me siga considerando un amigo a pesar de la distancia, de lo poco que nos vemos y de los años que han pasado... Me contó episodios muy importantes de lo que le ha pasado últimamente en su vida y me acordé de que yo también sé dar consejos.

Sólo platicando así se da uno cuenta de lo viejo que es, pero como lo comentamos él y yo: "recordar es vivir".

Mi recomendación de la semana es hablarle a un amigo del que hace mucho tiempo no se sabe o no se ha visto. Es una experiencia sublime.

A ver qué pasa con la dichosa reunión... en todo caso, ya estamos planeando nuestra graciosa huida, en caso de que la "pachanga" se torne demasiado gris. Por ahí en Insurgentes hay muy buenos lugares donde pasar el rato...