Ready... Steady... GOOO!

Así dice una de las canciones de L'arc... de hecho no es de mis favoritas, jejeje. Pero desde hace más de una semana la llevo en la mente...

Hace un mes estaba harto... deseoso de que comenzaran las vacaciones de verano. Ardía en deseos de ver el anime que se acumula y se llena de polvo en mis gavetas. Tenía muchas ganas de terminar todos mis juegos de GCN y de PS2 pendientes... hasta quería retomar mi vicio (PKMN en el GBA). Quería ir a museos, investigar más sobre las clases de japo, echar más raíces con las asociaciones japonesas de las que tengo su contacto, escribir algo decente (ya no decir mi novela, pero por lo menos un cuento chido, otro guión o mínimo terminar el cuento patético que hace meses comencé...). También quería escribir más seguido en mi blog... Tantos planes... pero llegó el momento de ponernos "serios".

Conseguir un trabajo decente en el área de medios masivos de comunicación cuesta muchísimo trabajo. Los grandes "figurones" de ahora comenzaron a echar raíces desde muy chicos, tal vez desde los 16 o 17 años. O seguramente tenían palancas, como muchos de los chavos de ahora... todo ello le complica el panorama a un simple mortal como yo que no tiene palancas, pero si muchas ganas de trabajar... pero eso es lo que menos se toma en cuenta.

Me hice a la idea de que este año 2005 iba a ser diferente al anterior. Este año cumplí los 21 y pues las cosas se empiezan a poner más claras (¿o más turbias?) en cuanto a mi futuro. Es ahora cuando me debo poner las pilas, porque después, mientras más va pasando el tiempo... las cosas son más difíciles...

Por ello decidí empezar a hacer este año mi servicio social...

Veo el servicio social como una oportunidad de seguir aprendiendo (¿o de comenzar a aprender?)... sobretodo después de la gran decepción del semestre pasado en la Universidad, que de verdad apestó mal plan.... y pues además lo veo como una oportunidad, una ventanita que se abre para comenzar a echar raices.

Decidí desde un principio que lo realizaría en el IMER (Instituto Mexicano de la Radio). Eso se debió en gran parte a que hace como dos años recibí un llamado de su Departamento de Servicio Social para invitarme a apoyarlos en una actividad que aún hoy me arrepiento de no haber aprovechado: era estar en cabina, contestando llamadas y apoyando en la transmisión de un programa en vivo. Lamentablemente, los horarios de la Uni no me permitieron tomar esa oportunidad.

Pero estoy convencido de que las oportunidades se tienen que buscar. A pesar de que me dio mucho coraje no haber aceptado esa "invitación", la persona de Servicio Social me dejó claro que la "invitación" seguía abierta. "En el IMER siempre hay espacios abiertos", me dijo. Dos años después, fui a solicitar mi Servicio Social ahí mismo, pero las cosas ya habían cambiado.

Lo decidí al ver las pocas posibilidades de hacer algo más productivo en las vacaciones. Ya llevo como tres semanas de "vacaciones" y realmente no ha pasado nada.... bueno... no sé...

Había recibido buenos comentarios del IMER. Una amiga de locución ya lleva tiempo haciéndolo ahí y ella sí está en una radiodifusora. No es su género favorito de música, pero está contenta. Me alegro por ella.

En lo que a mí respecta, la cosa está así: Fui a solicitar el servicio. De entrada me dijeron que había una "plaza" en la Dirección General, en la que debería ayudar a foliar los expedientes de todos los años anteriores... por supuesto que mi cara fue de descontento total... yo no voy a hacer mi Servicio como office boy, horas sentado haciendo idioteces ... la señora del Servicio notó mi descontento...

"Ándale, apóyanos en esto... mira, te propongo que te quedes dos semanas y ya después te reubico en otra área..."

Yo seguía muy indeciso...

"mmmm bueno, además, el trabajo en las radiodifusoras es de todas formas de apoyo administrativo... sacar copias y todo eso, así que..."

La señora parece que gozaba al aumentar mi cara de descontento, pero parece que la necesidad pudo más...

"andale, no seas 'malito'..."
"¿puedo confiar en usted?"
"¡CLARO!"

...

Fue como cuando a Blanca Nieves le ofrecen una manzana envenenada... maldita vieja bruja!...

Acepté. Lo pensé en el momento y dije: "es ahora o nunca, necesito 'echar raíces' y pues ahorita no tengo nada que hacer, tendré que sacrificar mucho tiempo pero en cambio, acumularé horas de servicio... además, ¿qué son dos semanas? es poco..."

Pensé en las ventajas de hacer el servicio ahorita... acabarlo antes de acabar la carrera es una super ventaja porque me quiero graduar lo antes posible para irme del país a hacer una maestría o algo así. Y además, no tendré que ir a la apestosa sierra de Puebla a pasar carencias, y por si fuera poco, voy a aprender más sobre lo que me gusta. Definitivamente lo que hice fue convencerme...

Así pues... no tengo vacaciones... todo se me ha ido en el Servicio Social...